Hoy te traemos la que parece (salvo procastinadoras de última hora) que va a ser la última comunión de la temporada.
Este año nos ha dejado no grandes momento, no. Nos ha dejado momentazos. Y, no nos acobarda decir que hemos subido un peldaño en lo que a comuniones se refiere. Y no solo porque lo pensemos, sino porque vosotros nos lo decís. Y eso, amiga, es muy grande.
La comunión de Gabriela solo tuvo una consigna: morado-lila, que es su color favorito. Pues venga, morado y blanco como si no hubiese mañana.
Un detalle de la parte decorativa donde aquí participaron nuestros infantitos. Si quieres ver a un niño feliz, dile que te busque unas piedras…
Y, como te decimos, rematamos la temporada.
Siempre, siempre, siempre, agradecemos en el infinito la confianza que los papás depositan en nosotras. Pero en esta ocasión (con permiso del resto), mucho más. Queremos agradecer también la comprensión que nos habéis demostrado al restar importancia a alguno de los tropiezos que hemos tenido valorando el todo de la situación. Nosotras somos así, lo contamos todo.
Muchas gracias, Mercedes y Dani, por TODO